Inicio la publicación de este blog con mucha alegría y emoción, porque creo que hay que dar gracias por los dones que uno ha recibido en la vida y creo que la música y las canciones que han marcado una trayectoria lo son.
No soy un especialista en música ni en rock, pero siento una profunda pasión por la música, y mi vida ha coincidido con el momento musical de una década prodigiosa que forma parte ya de la cultura occidental y que con sus luces y sombras, forman parte de mi vida y de mi historia personal. Aprovechando el recurso de internet quiero poner a disposición la música que me gusto y que me gusta, sin pretensiones de una sistemátización, ni como nostalgia del pasado, sino como testimonio de lo que siento y como una confesión valiente que he vivido.
A veces el postmodernismo en un afán itelectualista soberbio ha vilipendiado cierta música, ciertos grupos, y hay quienes se han avergonzado de haber gustado ABBA, Camilo Sexto o Gloria Gaynor. Sin embargo las nuevas generaciones están recuperando muchas canciones de nuestra década, por eso los que somos de la década prodigiosa, aunque sólo hayamos sido escuchantes y fans, podemos sentirnos privilegiados por lo que vivimos, por lo que cantamos, por lo que bailamos.
Mis alumnos de dieciséis años cuando en mis clases uso la música de Grease, saben reconocer que hay magia y vida en esas canciones.
